En la actualidad, la tendencia sedentaria del
hombre lo lleva a pasar la mayor parte del tiempo en contacto con la
televisión, la radio e Internet y por consecuencia, es continuamente
bombardeado con anuncios publicitarios.
El efecto de la Publicidad en el sistema de valores
La publicidad corrompe el sistema de valores del hombre al promover una
concepción hedonista y materialista de la vida. La enorme cantidad de publicidad
que vemos todos los días parece indicar que cualquier problema puede resolverse
con sólo comprar algún producto.
¿Pero cómo funciona? Los publicistas seleccionan los valores y actitudes
que van a ser fomentados y alentados; mientras promocionan unos ignoran otros. Cuando
un adolescente observa la publicidad del último teléfono móvil es bombardeado
con todo un conjunto de mensajes en los que el hedonismo, la posición social y
la admiración de sus amigos juegan un papel crucial. La publicidad no es solo vender el teléfono móvil, sino valores que afectan a la sociedad.
Todos queremos ser guapos, inteligentes, ricos y con muchos amigos que
nos quieran. La publicidad nos vende entonces los productos para alcanzar esos
deseos y proyectar la imagen que nosotros queremos.
Lo que es importante es también subrayar que el consumidor tiene el
poder de no comprar los productos cuya publicidad es poco ética, explota a la
persona humana o, mediante su mal gusto, es chocante. El consumidor es la parte
vital de la economía, de los ciclos de ventas, es en realidad el principio y el
fin del publicista. Un publicista que detecta que sus campañas de mal gusto no
venden deja de hacerlas. El consumidor no es una mente pasiva, tiene el gran
poder de decir "no" a los productos que intentan ser vendidos de manera
chapucera, poco moral o descaradamente perversa.
¿Por qué compramos?
Esta pregunta abarca muchos aspectos, pero principalmente podríamos
decir que compramos de acuerdo a una fuerza impulsora que hace surgir dos
necesidades: las necesidades instintivas o fisiológicas (es decir, comer, beber
y tener sexo) y las necesidades sociales o de crecimiento y desarrollo personal
(son aprendidas a lo largo de la vida).
Podríamos decir que existe una fuerza interna, impulsora de esta
necesidad y el medio ambiente que condiciona o refuerza a través del aprendizaje
esta necesidad para adquirir un producto u otro; pongamos el ejemplo de una
persona que decide ir a comer a un restaurante, va a satisfacer una necesidad
básicas, que es de supervivencia, pero el hecho de que elija uno u otro tipo de
comida va a depender del aprendizaje o la experiencia hacia el gusto o
preferencia del paladar, por algún tipo de comida.
¿Las necesidades están
sustentadas en un sistema de valores, y si esto es así, cambian conforme el
paso del tiempo?
Los valores son creencias como la ética, estética, moral muy bien
manejados por la publicidad. La psicología del consumidor utiliza mucho estos
valores que la sociedad refuerza, fomenta y alienta y así mismo, los usa para
condicionar la adquisición de un producto. Nuestra sociedad los ha mantenido a
través de las diferentes instituciones como son la familia o la religión pero
pueden, sin embargo, ir cambiando dependiendo de las circunstancias que rodeen al
individuo.
hola
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